Desde que era niño, Miguel Molero siempre ha tenido interés por la música, aunque no fue hasta los 19 cuando comenzó a tocar la guitarra de forma autodidacta, sin duda su instrumento favorito y que le acompaña en todas sus canciones. Con esta edad, comenzó su aprendizaje de manera autodidacta gracias a la ayuda de internet, escuchando a artistas británicos de la talla de David Gray, James Blunt o Johnny Cash, siendo el rock su género musical favorito.
A la hora de componer, Miguel prefiere hacerlo de manera tranquila, preferiblemente por la noche, dejándose llevar por las emociones del momento: «Compongo de manera visceral, no clareo antes de componer, sino que dejo hablar a las emociones». El cantautor señala que sus composiciones suelen tener una orientación bastante social y autobiográfica, con algunas canciones protesta sobre el mundo en el que actualmente vivimos.
Sus dos álbumes, Nacido Para Combatir y Todas las Almas Perdidas, con 11 y 10 canciones respectivamente, tienen muchas características en común. En primer lugar, todos sus temas son en acústico y pertenecen al rock alternativo. Ambos trabajos fueron grabados en los estudios de Punta Paloma en Tarifa a manos de José María Sagrista, prestigioso músico y productor español que fue exguitarrista de la popular banda Triana.